Inspiración

Cuando escribimos, buscamos ideas hasta debajo de las piedras, algo que nos impulse a crear algo original aunque sea en base a otras obras, detalles que el común de los mortales considera insignificantes o tonterías que surgen en conversaciones al azar.

¿De dónde habéis sacado las ideas para vuestras historias? De algún lugar habrán tenido que salir...

Yo comentaré acerca de las mías cuando me haya reído un poco con las vuestras me haya sorprendido con el origen de vuestras geniales ideas :3

Bueno, ya que nadie da el primer paso voy a "desnudarme emiocionalmente" xD.

La mayoría de veces que me he quedado atascado en un escrito (creedme, ocurre a menudo) han sido las situaciones cotidianas las que me han salvado el pellejo. Sobre todo los diálogos, que cambiando un poco el registro son aplicables perfectamente.

En cambio, a la hora de crear algo desde la nada, las fuentes de inspiración son mucho más variadas. Música, otras obras literarias e incluso anime (de hecho, los primeros capítulos de El Heredero no podía imaginármelos de otro modo que no fuera con dibujitos de ojos enormes) son la inspiración que me empuja a dar comienzo a una nueva obra.

Otra cosa que debo decir es que soy un fanático de las situaciones épicas. Mi escena favorita se desarrolla en la arena del coliseo de Roma en la película Gladiator, cuando el emperador Cómodo obliga a Máximo a quitarse la máscara y decirle su nombre. Siempre he deseado crear una escena parecida.

En fin, eso es todo. Ahora creo que me dedicaré a ver lo que opináis vosotros. ¡Un saludo!

¿Inspiración? ¿Quién necesita eso cuando se tiene mi talento? XD
Na, que va de broma.

Para empezar una historia, suele ser de cualquier situación en cualquier momento, de forma totalmente súbita y espontánea, casi un momento de eureka. Cuando me estoy duchando (no canto), mientras como (no hablo), al dar vueltas en la cama antes de levantarme (la mitad de mi cerebro sigue soñando). Es decir, cuando tengo tiempo para pensar y pensar y pensar y pensar y pensar y pensar y... entienden la idea.
La otra vez me estaba duchando y mientras el agua corría por mi rostro me vino a la mente (aún tenía la idea de pulsiones de muerte por leer Los Hilos del Titiritero) un pensamiento algo morboso sobre morir ahogado. Así se me ocurrió un personaje que, cada vez que se duchaba, tenía pensamientos suicidas sobre morir ahogado, y cuanto tenía que contenerse para no matarse y así sigue ese estilo la trama.
Por lo general suelo comenzar la escritura por el final. No sé cuántos de ustedes lo hacen también, pero a mí me parece mucho más fácil y hasta lógico hacerlo así.

Para detalles más pequeños suelo usar cualquier cosa de la vida cotidiana, y me refiero a cualquier cosa en serio. Por lo general es algo que vi en la tele y me causó curiosidad, algo que estudié, una charla con un amigo, lo que sea que esté dando vueltas en mi cabeza y pueda ser aplicado a la historia ya empezada. Por supuesto, para llegar a eso debo pensar y pensar y ya saben que más (¡PENSAR!).
Por ejemplo, el capítulo 3 de Deseos Color Cromo surgió de una servilleta de papel. ¿Vieron los rollos de cocina con servilletas de papel? ¿Vieron que algunos traen recetas y cosas así? Pues yo tengo uno que trae consejos de diseño interior (¡no hay nada que no pueda decirse mediante una servilleta!). En una de ellas, mientras comía, leí nada más que una línea sobre el color azul, y eso fue suficiente. En base a esa servilleta escribí todo el capítulo (y lo escribí con servilleta en mano y todo), aunque después tuve que correr a buscar más info, por supuesto. Esa es la explicación de porqué hay un capítulo en la historia únicamente sobre el color azul.

Las situaciones, lugares, detalles de la personalidad de algun personaje y otras cosas similares de la forma tradicional: mediante música, libros, series, películas, o personas reales que conozco.

En sí, ese es el método que uso para escribir una historia: de fin a inicio y pensando en matarme con una servilleta en mano

En mi caso, el aburrimiento es la principal fuente de inspiración. No tener nada que hacer y aún así seguir esperando, realizar tareas repetitivas, estudiar algo que no me interesa, estar escuchando algo que me han repetido ya varias veces, estar en el tren sin nada que leer, pasear sin fijarme en el paisaje... todo ello me fuerza a mantener la cabeza ocupada de cualquier manera. Y como soy de esas personas responsables que piensan en lo que tienen que hacer o en lo que deberían estar haciendo, centro mis pensamientos en ficciones variadas.

Normalmente, estas ficciones no pasan de simples "¿y si...?". No tengo manos suficientes para contar en cuántas historias entra Dijuana a collejear al protagonista o Daa dispara una muy oportuna bala mágica porque a mí me dio la gana cambiar "ligeramente" los sucesos de alguna otra historia.
Luego están mis propias historias. En estos casos, el origen puede ser de lo más absurdo (suele ser así). Como dijo Michael Ende en alguno de sus documentos de su carpeta de apuntes, de todo se puede escribir una historia, incluso de una baba que cae. Ni corto ni perezoso me invento historias acerca de esa hierba que acabo de pisar, de la mosca que me atormenta mientras trato de dormir, de mi tenedor favorito, de lo que puede haber por encima de las nubes en un día nublado o incluso acerca del último pedo que me he tirado (NdD: Ahorrate estas guarradas, ¿quieres?).
También charlo mucho con Dijuana. Hablamos mucho, yo con mi punto de vista absurdo y ella con el lógico que señala las incoherencias y estupideces que me surgen a mí. Yo soy el brainstorm y ella es quien juzga las ideas. Muchas historias mías no se han llegado tan siquiera a plantear por una buena reducción al absurdo de la chica (NdD: Siempre encantada de protegeros de sus incongruencias mentales ^_^).
Y, finalmente, mi inspiración surge de cosas que leo, veo, escucho y juego. Por poner un ejemplo, Darío / Bus de "Los hilos del titiritero" se me ocurrió medio de pasada al jugar a los "Chzo Mythos", serie de aventuras gráficas que giran alrededor de la figura de un ladrón de guante blanco que se hace llamar "Trilby" que se cruza con misterios de origen paranormal. Cuando me planteé la idea de escribir la historia acerca de un ladrón y relacionarla con una vieja idea de historia, Dijuana corroboró lo bueno de elegir un ladrón como figura principal (NdD: ¿A qué buen ladrón buscado por asesinato se le ocurriría llevar a una misteriosa niña que conoce tu verdadera identidad (y que lo demuestra con demasiada alegría) a la policía XD?) y lo demás surgió prácticamente solo una vez me planteé diferentes finales para la historia (NdD: Originalmente, Mógel iba a morir...).

Hay muchas cosas que sirven (leer una buena historia, ver una película, un anime inspirador o jugar a Touhou en nivel extra o superior o Beatmanía también me sirven) pero mi mejor método para encontrar buenas ideas es no tener ninguna otra cosa que hacer. Algunas de mis historias han surgido tras una buena siesta XD